Recesión gingival

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El esmalte cubre la dentina. Si la dentina es expuesta, dientes sensibles resulta. La causa más común de dientes sensibles es la migración apical de la encía (Recesión gingival). Dientes sensibles resulta cuando hay un desplazamiento del margen gingival en sentido apical respecto a la unión cemento-esmalte (Recesión Gingival). La migración apical es la resulta de problemas periodontales o problemas de oclusión.

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Más información sobre Recesión Gingival
Recesión gingival: una revisión de su etiología, patogénesis y tratamiento

Gingival recession: a review of its aetiology, pathogenesis and treatment

 Ardila Medina C.M.*

* Profesor Asistente Universidad de Antioquía. Presidente de la Sociedad Colombiana de Periodoncia-Regional Antioquía.

Dirección para correspondencia

 

RESUMEN

La recesión gingival describe la localización del margen gingival libre apical a la unión cemento esmalte; está asociada a estética indeseable, abrasión superficial radicular, sensibilidad y caries radicular. Reportes recientes indican que hay una prevalencia substancial en el aumento de las recesiones en diferentes poblaciones, incrementándose significativamente después de la quinta década. Uno de los objetivos de la terapia periodontal es corregir quirúrgicamente las recesiones, por esta razón, la eficacia y predecibilidad de algunas técnicas son consideraciones importantes para el paciente y el clínico. Una variedad de procedimientos quirúrgicos se han descrito como métodos efectivos para cubrir las superficies radiculares expuestas: injertos gingivales, pediculados, de tejido conectivo, plasma rico en plaquetas, regeneración tisular guiada y combinación de técnicas. El propósito de este artículo es presentar las causas que ocasionan la recesión, sus consideraciones histológicas, su clasificación, las indicaciones y contraindicaciones para el cubrimiento de las recesiones y la evaluación de las técnicas de tratamiento que se utilizan para cubrirlas.

Palabras clave: Recesión gingival, lesiones mucogingival, tratamiento.

SUMMARY

The gingival recession describes to the location of the gingival margin free apical to the cement enamel junction; it is associate to aesthetic undesirable, superficial abrasion, sensitivity and radicular decay. Recent reports indicate significantly that there is a substantial prevalence in the increase of the recessions in different populations, being increased after the fifth decade. One of the objectives of the periodontal therapy is to correct the recessions surgically, therefore, the effectiveness and predecibilidad of some techniques are important considerations for the patient and the clinical one. A variety of surgical procedures has been described like effective methods to cover the exposed surfaces: gingivales grafts, pediculades, of conecttive weave, plasma rich in plaquets, tissue regeneration guided and combination of techniques. The aim of this article is to display the causes of the recession, their histologics considerations, their classification, the indications and contraindications for cover the recessions and the evaluation of the treatment techniques that are used to cover them.

Key Words: Gingival recession, mucogingival injuries, treatment.

 

Introducción

La recesión del tejido marginal gingival es definida como el desplazamiento del margen gingival apical a la unión cemento-esmalte con la exposición de la superficie radicular al ambiente oral (1). Otros autores la definen como la migración apical del margen gingival a lo largo de la superficie radicular (2). Carranza afirma que la recesión consiste en la exposición de la superficie radicular por una desviación apical en la posición de la encía (2). Para comprender cuál es su significado, es preciso diferenciar entre las posturas real y aparente de la encía. La posición real corresponde al nivel de la inserción epitelial en el diente, mientras que la aparente es la altura de la cresta del margen gingival, así la posición real de la encía, no su ubicación aparente, determina la gravedad de la recesión (2). La encía que presenta recesión se encuentra a menudo inflamada, pero puede ser normal excepto por su posición (2). La recesión se localiza en ocasiones en un diente en una sola superficie, en un grupo de dientes o puede generalizarse a través de la boca (3).

 

Epidemiología y etiología de la recesión

La recesión gingival aumenta con la edad. Su incidencia varía desde 8% en los niños hasta 100% luego de los 50 años de edad. (3). Informes recientes indican que hay una prevalencia substancial en el aumento de las recesiones en la población mundial, incrementándose significativamente después de la quinta década. Esto motiva a que ciertos investigadores supongan que la recesión es un proceso fisiológico vinculado con el envejecimiento (3). Sin embargo, aún no se presentan pruebas convincentes sobre un cambio fisiológico de la inserción gingival. La migración apical gradual es, con mucha probabilidad, el resultado del efecto acumulativo de una afección patológica menor, los traumatismos menores directos y repetidos a la encía, o ambos. En poblaciones que presentan buenas medidas de higiene oral las recesiones marginales son mas frecuentes en las superficies bucales (4) y parece ser más común en dientes unirradiculares que en molares (5). En contraste las recesiones se encuentran cerca de todas las superficies dentarias en los pacientes comprometidos periodontalmente.

Al mismo tiempo, se ha enfocado la atención en los aspectos etiológicos, implicando muchos factores en la recesión gingival. Al menos tres tipos de recesiones gingivales pueden considerarse: recesiones asociadas a factores mecánicos, predominantemente técnicas de cepillado inadecuadas, frenillos traccionantes y factores iatrogénicos, (5) recesiones asociadas a lesiones inflamatorias inducidas por placa bacteriana, en casos de dehiscencias asociadas a periodonto delgado y en casos de dientes en malposición, (5) y recesiones asociadas a formas generalizadas de enfermedad periodontal destructiva (5).

Su etiología está determinada por una serie de factores predisponentes y desencadenantes (6). Los factores predisponentes pueden ser anatómicos y asociados a trauma oclusal. Los anatómicos incluyen escasa encía adherida, malposición dentaria y apiñamiento, prominencia radicular, dehiscencias óseas e inserción alta de frenillos que causan la tracción del margen gingival. Los asociados a trauma oclusal abarcan anatomía del tejido óseo alveolar circundante a la raíz del diente e intensidad y duración del trauma.

Los factores desencadenantes abarcan inflamación, cepillado traumático, laceración gingival, iatrogenia, márgenes subgingivales, diseño inadecuado de aparatología removible y movimientos ortodónticos no controlados. Si bien el cepillado de los dientes es importante para la salud de la encía, realizarlo defectuosamente puede causar recesión gingival, con tendencia a ser más frecuente y grave en los pacientes con encía comparativamente sana, poca placa bacteriana e higiene bucal adecuada (7). La posición de los dientes en el arco, (7) la angulación entre la raíz y el hueso y la curvatura mesiodistal de la superficie dental, (7) también afectan la tendencia a la recesión.

Varios aspectos de la recesión gingival la hacen relevante en términos clínicos. Las superficies radiculares expuestas son susceptibles a la caries. El desgaste del cemento exhibido por la recesión deja una superficie dentinaria subyacente muy sensible, en especial al tacto. La hiperemia pulpar y los síntomas concomitantes pueden aparecer también por la exposición de la superficie radicular (8). La recesión interproximal crea espacios donde la placa, los alimentos y las bacterias pueden acumularse.

Con base en observaciones clínicas sin ningún soporte metodológico, se consideraba que la encía queratinizada era necesaria para conservar la salud gingival, prevenir la recesión marginal gingival y mantener los niveles de inserción, ha sido cuestionada la necesidad para incrementar la cantidad de encía queratinizada, ya que se ha demostrado que mínimas cantidades son compatibles con condiciones periodontales saludables, siempre y cuando exista un adecuado control de placa bacteriana (6).

Este hallazgo fue corroborado histológicamente por Wennstrom (9), al demostrar que las zonas desprovistas de encía queratinizada respondían en igual forma a la agresión de la placa bacteriana que aquellas provistas con adecuadas bandas queratinizadas. Con esto se desvirtúo el argumento de la necesidad de la encía queratinizada para el mantenimiento de la salud gingival. Wennstron (9) aclaró, cómo dientes desprovistos de encía queratinizada en presencia de buena higiene oral, mantenían los niveles de inserción clínica sin presentar signos de retracción gingival durante largos períodos de tiempo, cuando se comparaban con dientes control con encía queratinizada. En la figura 1 se observa una marcada recesión gingival.

Consideraciones histológicas

Siendo la inflamación una constante y sabiendo que el infiltrado inflamatorio se disemina en el tejido conjuntivo no solamente en sentido apical sino en todos los sentidos, las proyecciones epiteliales que se forman en el surco se pueden encontrar y fundir con aquellas del epitelio oral en las áreas donde la encía marginal es muy delgada. A medida que el tejido conjuntivo se destruye entre los dos epitelios puede ser ocupado en parte por el proliferante y emigrante epitelio del surco. Eventualmente cuando la encía es delgada puede ocurrir una anastomosis entre el epitelio del surco y el epitelio gingival oral como consecuencia de la proximidad entre ambos, por ende un área que originalmente estaba formada por tejido conjuntivo ahora se encuentra ocupada por tejido epitelial tornándose susceptible a degeneración (10).

 

Clasificación de las recesiones gingivales

Para agrupar las recesiones gingivales existen dos clasificaciones reportadas en la literatura, la de Sullivan y Atkins y la de Miller. Sullivan y Atkins (11) clasificaron la recesión gingival en cuatro categorías morfológicas: superficial-estrecho, superficial-amplio, profundo-estrecho y profundo-amplio.

Por otra parte, Miller (12) en 1985 determinó la siguiente categorización de las recesiones gingivales: Clase I, recesión de tejido marginal que no se extiende hasta la unión mucogingival, no hay pérdida de hueso ni de tejido blando en el área interdentaria. Clase II, consiste en una recesión de tejido marginal que se extiende apical a la línea mucogingival; no hay pérdida de tejido interproximal. Clase III, existe una retracción de tejido marginal gingival que se extiende apical a la unión mucogingival, en dientes con pérdida de altura del periodonto proximal. Clase IV, es una recesión de tejido marginal que se extiende apical a la línea mucogingival con pérdida ósea grave y de tejido blando a nivel interdental.

De acuerdo con el tipo de recesión se determina la técnica quirúrgica a realizar y el pronóstico de éxito. Se tiene en cuenta que se justifica realizar un procedimiento de cobertura de una recesión marginal, cuando ella ocasione problemas estéticos, de sensibilidad o de susceptibilidad a caries radicular. La cirugía mucogingival incluye varios procedimientos que ayudan a corregir defectos en cuanto a morfología, posición y dimensiones de la encía. Debido a que estos procedimientos tienen un enfoque estético el término cirugía plástica periodontal (13) ha sido propuesto como el más apropiado, siendo el cubrimiento radicular uno de los procedimientos estéticos que ha alcanzado mayor interés en la cirugía mucogingival.

 

Contraindicaciones para cubrir recesiones gingivales

Es un reto discutir acerca de las contraindicaciones para cubrir recesiones gingivales ya que la línea divisoria entre indicaciones y contraindicaciones no está claramente definida.

Antes de tratar cualquier condición periodontal, incluyendo recesiones, se deben identificar los factores de riesgo responsables de ella. Los factores de riesgo están subdivididos en aquellos que pueden ser modificados o corregidos y en aquellos que no (14). Los factores que no pueden ser modificados o corregidos pueden ser considerados como una contraindicación para técnicas de cubrimiento de recesiones (14).

Un factor de riesgo que usualmente no puede ser modificado es la pérdida de hueso interproximal. Millar (12) en su clasificación de las recesiones gingivales, toma esto en cuenta, determinando que la clase III y IV no pueden ser cubiertas y su pronóstico es malo. Sin embargo, se han reportado casos en los cuales sitios con pérdida ósea interproximal han sido tratados exitosamente, pero infortunadamente no hay estudios controlados de estos procedimientos.

El tabaco es considerado como el mayor factor de riesgo que puede contribuir al fracaso de los procedimientos quirúrgicos mucogingivales. El mecanismo preciso por el cual el tabaco interfiere con la cicatrización no es completamente entendido, debido al hecho de que son cientos de toxinas las que contiene, muchas de las cuales no han sido identificadas, y mucho menos evaluadas por su efecto en la cicatrización periodontal (15).

La higiene oral es otro factor de riesgo que puede ser modificado. O?Leary y cols. mostraron que los pacientes con bajos índices de placa bacteriana presentaron mayor cantidad de recesiones (16). Las técnicas inadecuadas de higiene oral causan mas recesiones que requieren correcciones quirúrgicas. Solo si los pacientes pueden ser exitosamente reeducados se evitará una cirugía mucogingival.

Malos hábitos como el uso inapropiado de elementos en la encía, palillos o posicionamiento de las uñas, deben ser corregidos para evitar las recesiones y su posible corrección quirúrgica.

Las características anatómicas pueden contribuir a la recesión gingival, especialmente si el periodonto es delgado. Esto ocurre con frecuencia en dientes en malposición, sin embargo estos problemas no son considerados como significativos, ya que las técnicas quirúrgicas modernas proveen al clínico la posibilidad de ser tratados con éxito.

 

Técnicas para cubrir recesiones gingivales

Diferentes autores han llevado a cabo ensayos clínicos con el fin de evaluar el éxito de los procedimientos quirúrgicos para cubrir recesiones (15). Miller (13) reportó un injerto gingival libre predecible para cubrir recesiones gingivales. Langer y Langer (17) decribieron una técnica empleando un injerto de tejido conectivo subepitelial. Raetzke (18) describió la técnica en bolsillo. Nelson (19), el subpediculado. Harris (20) el doblemente pediculado. Allen (21) el procedimiento en túnel y Bernimoulin y cols. (22) la técnica del colgajo posicionado coronalmente que actualmente se utiliza para cubrir injertos subepiteliales de tejido conectivo conocida también como técnica bilaminar. Estos procedimientos tienen diferentes niveles de éxito cuando se utilizan para ganar cubrimiento de la recesión y encía queratinizada.

Injerto epitelizado libre

La técnica descrita originalmente por Sullivan y Atkins (11) abarca la preparación de un lecho receptor usando disección supraperióstica para remover epitelio y tejido conectivo. Algunas de las áreas donantes comunes incluyen rebordes edéntulos, zonas retromolares y tejido gingival palatino. Dorfman y cols. (23) realizaron un estudio de seguimiento con el fin de comparar sitios donde se ubicaron injertos epitelizados con sitios control donde no se ubicó ningún injerto. Estos autores reportaron que niveles bajos de placa bacteriana eran más importantes que la amplitud de la encía queratinizada para evitar la aparición de una recesión. Además encontraron que el injerto epitelizado es una técnica predecible para aumentar encía queratinizada.

Holbrook y Ochsenbein (24) concluyeron en un reporte utilizando injertos epitelizados, que el cubrimiento de las recesiones marginales eran del 95,5 % si su dimensión correspondía a menos de 3 mm, del 80,6% si las retracciones se encontraban entre 3 y 5 mm y del 76,6% si eran mayores a 5 mm. En otro estudio, Miller (13) empleando la misma técnica en 100 sitios, pero combinándola con ácido cítrico encontró 100% de cubrimiento radicular en recesiones Clase I y 88% en defectos clase II. Otros autores reportan cubrimientos radiculares de solamente 36% y 44% utilizando injertos epitelizados.

Injerto libre de tejido conectivo

El injerto libre de tejido conjuntivo tiene las mismas indicaciones de la técnica anterior y sus resultados presentan una variabilidad predecible como ocurre con el injerto gingival libre. Presenta algunas ventajas con relación al injerto epitelizado pues el postoperatorio es menos incómodo principalmente por el hecho de permitir una cicatrización por primera intención en la región donante y el resultado es más estético debido a una mayor uniformidad en cuanto al color con relación a los tejidos adyacentes al área receptora. Langer y Langer (17), en un estudio a 4 años, mostraron un cubrimiento radicular de 2 a 6 mm en 56 casos. Raetzke (18) describió una técnica en sobre para obtener cubrimiento radicular usando injertos de tejido conectivo y encontró un cubrimiento del 80% de las superficies radiculares expuestas y Allen (21), utilizando esta misma técnica, logró un éxito del 84%. Jahnke y cols. (25) compararon los resultados obtenidos al realizar injertos epitelizados libres e injertos de tejido conectivo y encontraron un cubrimiento radicular del 43% para los primeros y 80% para los de tejido conectivo. En un estudio similar, seguido durante 5 años y realizado por Paolantonio y cols., (26) observaron que el injerto de tejido conectivo presentó un 85% de éxito comparado con un 53% del injerto epitelizado libre. Esto concluye que el injerto de tejido conectivo es un procedimiento más predecible para cubrir recesiones gingivales. En la figura 2 se observa la técnica bilaminar (TB) que combina un injerto conectivo ubicado sobre la superficie radicular expuesta cubierto por un colgajo desplazado coronalmente.

Colgajo desplazado lateralmente

Esta técnica descrita por Grupe y Warren (27) es también muy predecible, menos dolorosa y relativamente fácil de realizar. El colgajo desplazado lateralmente presenta una ventaja debido a que el área donante es próxima y adyacente al área receptora, evitando la necesidad de dos áreas quirúrgicas, pero requiere como área donante un área edéntula significativa adyacente a aquella que presenta el problema mucogingival. Cohen y Ross (28) propusieron un colgajo reposicionado de doble papila para cubrir defectos en los cuales está presente una insuficiente cantidad de encía. Las papilas de cada lado del diente son levantadas y rotadas sobre el aspecto medial facial del diente receptor y son suturadas. La única ventaja de esta técnica es el doble suministro sanguíneo y que se denuda únicamente el hueso interproximal. Las desventajas incluyen tracción exagerada de la sutura y desgarramiento de la papila gingival.

Colgajo desplazado coronalmente

Esta técnica, inicialmente descrita por Bernimoulin y cols. (22) y posteriormente modificada por Liu y Solt (29), tiene como indicación el tratamiento de las recesiones gingivales localizadas cuando no existe área edéntula donante adyacente al área de la retracción. Consiste en colocar inicialmente un injerto gingival libre, esperando un período de cicatrización de 6 semanas para posteriormente elevar un colgajo y desplazarlo coronalmente. Méndes y cols. (30), empleando esta técnica, mostraron una cobertura media de 72,17% en casos de retracciones periodontales extensas. Allen (21) y Millar (12) lograron un cubrimiento radicular del 84% y Harris (20) mostró 98% de éxito en el cubrimiento de recesiones clase I de Miller usando colgajos desplazados coronalmente.

En un estudio prospectivo realizado durante seis meses (31), con el fin de comparar colgajos posicionados coronalmente con colgajos desplazados lateralmente, para el tratamiento de recesiones gingivales localizadas, se encontraron resultados satisfactorios, aunque no se presentaron diferencias en cuanto a cantidad de cubrimiento de la recesión, profundidad de sondaje y ganancia de encía adherida.

Colgajo semilunar desplazado coronalmente

Esta técnica puede ser considerada una variación de la anterior y fue descrita por Tarnow (32) En ella es necesaria la presencia de una buena banda de encía queratinizada, siendo ideal en casos de retracciones poco extensas.

Aloinjerto de matriz dérmica acelular (AMDA)

Este injerto originalmente utilizado para cubrir quemaduras de gran espesor ha sido introducido como alternativa para lograr incremento en la amplitud de encía queratinizada. Es un aloinjerto, seco congelado, libre de células con una matriz extracelular de fibras colágena y elásticas. Este material alogénico es derivado de la piel humana y posteriormente tratado para remover antigenicidad. La integridad ultraestructural del AMDA es mantenida, evitando una inducción de la respuesta inflamatoria (33). Estudios clínicos e in vitro sugieren que repara por repoblación y revascularización mejor que a través de un proceso de granulación que madura hasta cicatrizar (34). Tiene una polaridad por medio de la cual uno de los lados del material tiene una lámina basal para el crecimiento de células epiteliales y el otro lado tiene una matriz dérmica porosa subyacente, permitiendo el crecimiento de fibroblastos y células angiogénicas (34). Tiene características de manipulación que permiten una buena aplicación y estabilización en los tejidos gingivales (34).

Uno de los problemas con el cubrimiento radicular a partir de injertos de tejido conectivo es la falta de disponibilidad suficiente de suministro de este tipo de tejido en caso de grandes y múltiples recesiones gingivales. Utilizar el paladar como área donante puede estar asociado con molestias postoperatorias y si además el paciente presenta un paladar poco profundo o tisularmente delgado existe dificultad para tomar suficiente tejido donante de un solo sitio. El AMDA provee un suministro ilimitado de material de injerto permitiendo cubrir recesiones en todo un sextante o cuadrante eliminando además el molesto postoperatorio ocasionado por la herida en el paladar cuando se toman injertos de tejido conectivo. En la figura 3 se observa una matriz dérmica acelular sobre una superficie radicular expuesta.

En un estudio experimental para evaluar el AMDA cubierto con un colgajo desplazado coronalmente y una técnica bilaminar (TB) se encontró que fueron similarmente exitosas para cubrir las recesiones gingivales, sin embargo el grupo TB obtuvo un incremento significativamente mayor en la amplitud de encía queratinizada mostrando además una cicatrización más rápida (35). Una investigación realizada por Tal y cols. con el fin de evaluar TB y AMDA cubierto por un colgajo desplazado coronalmente en recesiones mayores de cuatro milímetros, reportó resultados similares al estudio anterior en cuanto a capacidad de cubrir las recesiones presentando también una mayor banda de encía queratinizada en la técnica bilaminar (36). Concluyen también que cubrir el AMDA con un colgajo dividido desplazado coronalmente requiere mayor esfuerzo pues su habilidad para revascularizarse depende del íntimo contacto con tejido vital. En otra investigación realizada con el fin de comparar capacidad de cubrimiento radicular lograda por el AMDA cubierto con colgajo desplazado coronalmente y la TB concluyó que no existían diferencias clínicas ni estadísticamente significativas entre ellas (37). Andrade y cols. (38), empleando el AMDA en dos grupos experimentales, compararon incisiones verticales en el colgajo desplazado coronalmente frente a un colgajo sin relajantes, concluyendo que no se observaron diferencias significativas en el cubrimiento de las recesiones al comparar las dos técnicas quirúrgicas. Finalmente, un estudio no reportó diferencias significativas en el promedio de cubrimiento radicular obtenido (96,2% TB y 95,8% AMDA). Se observó una reducción estadísticamente significativa en la profundidad de sondaje (1,2 mm TB y 0,7 mm AMDA) y un incremento en la amplitud de la encía queratinizada (2 mm TB y 1,2 mm AMDA) (39). Las conclusiones de este estudio son confirmadas por otras investigaciones realizadas en la última década (40-42). La tabla 1 presenta el porcentaje de cubrimiento radicular cuando se compara el AMDA y la TB en diferentes estudios.

Combinación de técnicas

Muchos clínicos han intentado combinar diferentes técnicas quirúrgicas con el fin de incrementar la posibilidad de éxito en el cubrimiento radicular, pero sin lograr diferencias clínicas evidentes científicamente. Nelson (19) utilizó injertos de tejido conectivo combinado con un injerto pediculado doble. Harris a su vez modificó la técnica de Nelson (43), utilizando un injerto pediculado dividido seccionado para cubrir injertos de tejido conectivo.

Regeneración tisular guiada (RTG)

El uso de técnicas de regeneración tisular guiada ha sido sugerido para el tratamiento de recesiones gingivales. Se han utilizado membranas reabsorbibles, no reabsorbibles, no reabsorbibles con esqueleto de titanio, combinación de estas con tejidos conectivos, derivados de la matriz del esmalte, colgajos posicionados coronalmente, demostrando resultados controvertidos (44). Trombelli y cols. (45) mostraron una diferencia significativa en el promedio de cubrimiento radicular cuando compararon RTG mediante membranas bioabsorbible (48% de cubrimiento) con injertos de tejido conectivo (81% de cubrimiento). En otro estudio se comparó la RTG con una técnica bilaminar y los autores concluyeron que el porcentaje de cubrimiento radicular utilizando RTG es del 50 % mientras que para la técnica bilaminar es del 82% (46). Harris (47), soporta esta misma conclusión, reportando que el 92% en promedio obtenido por RTG en los primeros seis meses, se reduce a un 58% después de una evaluación realizada a los 25 meses. Una revisión sistemática divulgada en 2008, teniendo como referencia 568 publicaciones en donde se comparan la regeneración tisular guiada, el AMDA y la TB concluye que esta última debe ser considerada el estándar de oro cuando se desea cubrir recesiones gingivales. Sin embargo, no se observaron diferencias estadísticamente significativas en cuanto a los niveles de inserción clínica al comparar las tres técnicas (48). Estos resultados son corroborados por otra revisión sistemática realizada por Oates y cols. recientemente (49).

 

Conclusiones

1. El cubrimiento de las recesiones gingivales puede ser logrado con varias técnicas quirúrgicas.

2. Los injertos epitelizados reportan principalmente aumento en la amplitud de la encía queratinizada, pero su aspecto estético no es muy favorable.

3. Los injertos tomados de la zona palatina presentan un postoperatorio molesto para el paciente, especialmente los epitelizados.

4. Los colgajos desplazados lateralmente y de doble papila son técnicas que requieren indicaciones muy precisas, además de gran habilidad del clínico para realizarlas.

5. La combinación de injertos de tejido conectivo y colgajos desplazados coronalmente (TB) demuestran los mayores porcentajes de éxito.

6. El AMDA y la RTG son procedimientos que también pueden ser empleados para tratar recesiones marginales, especialmente en aquellos pacientes que rechazan la obtención de injertos a partir del paladar o en aquellos con recesiones múltiples.

Fuente: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1699-65852009000100005







Recesión gingival. Diagnóstico y tratamiento

Gingival recession. Diagnosis and treatment

 García-Rubio A.*, Bujaldón-Daza A.L.** y Rodríguez-Archilla A.***

* Odontólogo. Servicio Andaluz de Salud.
** Posgrado de Periodoncia. Universidad Complutense de Madrid.
*** Medicina Bucal. Departamento de Estomatología. Universidad de Granada.

Dirección para correspondencia

 

 

RESUMEN

Introducción: La recesión gingival localizada es un problema de salud bucodental fundamental porque su progresión conduce a la pérdida dentaria.
Discusión: El criterio de actuación será controlar periodontalmente al paciente para asegurar un adecuado control de placa de las zonas más susceptibles a presentar la recesión.

Palabras clave: Índice de placa, índice de sangrado, profundidad de sondaje, recesión gingival.

SUMMARY

Introduction: The localized gingival recession is a fundamental problem of oral health because its progression leads to the dental loss.
Discussion: The criterion of acting will be to control periodontally the patient to ensure an adequate plaque´s control of the areas that are more likely to develop the recession.

Key words: Dental plaque index, gingival recession, periodontal index, periodontal pocket.

 

Introducción

La recesión gingival está caracterizada por el desplazamiento del margen gingival apicalmente desde la unión cementoadamantina o desde la localización anterior de este límite en la cual las restauraciones han distorsionado la forma o apariencia de esta unión. La recesión gingival puede ser localizada o generalizada y estar asociada con una o más superficies (1). La exposición radicular resultante no es estéticamente agradable y podría conducir a sensibilidad y caries radicular.

Desde que la presentación de la recesión gingival varía ampliamente en la población se han establecido sistemas de clasificación para describirla mejor (2).

El Índice de Recesión fue introducido por Smith (1). La recesión es codificada con dos dígitos separados por un guión, y la letra prefijada F o L indica que la recesión afecta a la parte facial o lingual del diente. Si aparece un asterisco quiere decir que hay implicación de la unión mucogingival.

Los dígitos describen los componentes horizontal y vertical de una recesión situados en ese orden. El componente horizontal se expresa como un valor numérico completo (rango de 0 a 5) dependiendo de qué proporción de la unión cementoadamantina está expuesta en las partes facial o lingual del diente entre los puntos mesial y distal.

El segundo dígito del Índice de Recesión da la extensión vertical de la recesión medida en milímetros (rango de 0 a 9).

Este índice es usado principalmente en estudios epidemiológicos cruzados y longitudinales para describir la prevalencia, incidencia, severidad y etiología de la recesión gingival. Clínicamente, la clasificación de Miller (3) es probablemente la más usada de forma común para describir la recesión gingival; según la cual se establecen las siguientes clases:

 Clase I: Recesión de los tejidos marginales que no alcanza la línea mucogingival.

 Clase II: Recesión de los tejidos marginales que se extiende o va más allá de la unión mucogingival sin pérdida de inserción periodontal (hueso o tejidos blandos) en el área interdental.

 Clase III: Recesión de los tejidos marginales que se extiende o va más allá de la unión mucogingival con pérdida de la inserción periodontal en el área interdental o mala posición dentaria.

 Clase IV: Recesión de los tejidos marginales que se extiende o va más allá de la unión mucogingival con pérdida severa de hueso o tejido blando en el área interdental y/o severa malposición dental.

Muchos autores han intentado explicar el fenómeno de la recesión gingival. Hay una teoría de que el margen gingival, más que retraerse apicalmente, podría permanecer estático mientras el diente se mueve oclusalmente por la erupción o extrusión y deja la unión cementoadamantina separada del margen gingival. Aunque esta explicación parece poco probable. En los estudios en los que los dientes fueron extruidos a propósito, la sujeción epitelial permaneció en la misma posición en el diente (4). Además algunos dientes muy erupcionados no tienen recesión gingival y en muchos casos en los que los dientes están en oclusión la extensión de la recesión gingival excede cualquier posible erupción. Por tanto, la teoría de la "supererupción" con recesión gingival no proporciona ninguna prueba de que la supererupción conduzca a la recesión, así que se deben buscar otros factores como etiología primaria.

Muchas personas pueden tener recesión gingival generalizada sin darse cuenta. Sin embargo a otras personas la recesión les produce ansiedad por varias razones como la pérdida dental, hipersensibilidad dentinal o por estética (1).

La aparición y severidad de la recesión gingival puede verse condicionada por diversos factores. Entre estos destacan:

 Edad: Albandar y Kingman estudiaron la prevalencia de la recesión gingival entre individuos de treinta a noventa años de edad. A partir de una muestra de 9.689 individuos calcularon que 23,8 millones de personas tienen una o más superficies dentales con recesión gingival de tres milímetros o más. Además, la prevalencia de la recesión de un milímetro o más era del 58% en los individuos de treinta años o más y aumentaba con la edad. La recesión gingival era mayor en los hombres afroamericanos que en las mujeres y que en otros grupos étnicos. La recesión era más prevalente y severa en las superficies bucales que en las interproximales de los dientes (5).

 Factores anatómicos: Los factores anatómicos que se han relacionado con la recesión son la fenestración y dehiscencia del hueso alveolar, posición anormal del diente en el arco, patrón aberrante de erupción y forma del diente. Todos estos factores anatómicos están interrelacionados y podrían resultar en un hueso alveolar más delgado que el normal y que podría ser más susceptible a la reabsorción (6).

 Factores fisiológicos: Podría incluirse el movimiento de los dientes a posiciones fuera del hueso alveolar labial o lingual produciendo la formación de la dehiscencia (7).

 Factores patológicos: Un estudio con ratas demostró un posible mecanismo de recesión gingival mostrando que la pérdida de inserción era el resultado de procesos inflamatorios localizados en el tejido conectivo con la acumulación de células mononucleares. También se sugirió que la inflamación podría persistir subclínicamente y por tanto no puede ser eliminada como un factor en la recesión (8, 9).

 Trauma: Además de los factores patológicos pueden jugar un papel en la etiología de la recesión varias formas de trauma tales como cepillado dental enérgico, inserción aberrante del frenillo, daño oclusal, procedimientos operatorios y tabaco de mascar. También se ha descrito un caso inusual de recesión gingival secundaria a un trauma inducido por un piercing labial inferior (10).

 Higiene: En un estudio epidemiológico, la recesión gingival fue positivamente correlacionada con la frecuencia del cepillado dental (11). La recesión sucede más frecuentemente en los pacientes que tienen una buena higiene oral (12, 13). O'Leary y otros colaboradores encontraron que la recesión se incrementaba dos años después de las instrucciones de higiene oral (13).

 Inserción aberrante del frenillo: También se ha considerado la inserción aberrante del frenillo como una causa de recesión localizada pero la evidencia no es considerable. Algunos estudios no encontraron ninguna correlación (14, 15) y otros sí (16).

El tratamiento de estas lesiones tiene siempre dos fases: el tratamiento etiológico y el tratamiento restaurador.

El tratamiento etiológico busca eliminar o corregir los factores predisponentes, como el cepillado traumático, la inflamación asociada a placa, otros factores iatrogénicos, etc. Tras esta fase etiológica se debe realizar una reevaluación donde se realizará un examen clínico de los tejidos evaluando el estado de salud de estos tejidos, la presencia de síntomas por parte del paciente y la decisión de realizar o no el tratamiento quirúrgico correctivo.

El factor determinante para valorar el pronóstico de una técnica de cobertura radicular es la posición del tejido interproximal, de forma que, si se observa pérdida de altura de las papilas interdentarias en el diente a tratar, nunca se podrá conseguir una cobertura radicular completa (17).

Las indicaciones de tratamiento de las recesiones gingivales localizadas mediante cirugía plástica periodontal son habitualmente las siguientes:

 Indicación estética demandada por el paciente.

 Recesión progresiva (se ha constatado su evolución en el tiempo).

 Hiperestesia dentinaria o sensibilidad gingival.

 Lesión cariosa superficial de la superficie radicular.

Los tratamientos quirúrgicos cuyo objetivo es el tratamiento de las recesiones gingivales localizadas se clasifican en los siguientes:

 Injertos de tejido conectivo subepitelial: Esta técnica quirúrgica es considerada en la actualidad como el camino más efectivo para la obtención de una cobertura radicular predecible con un alto nivel cosmético. Esta técnica combina un colgajo que recubre el injerto y un lecho vascular asegurando así la nutrición del injerto.

Esta técnica consigue el recubrimiento radicular con gran predictibilidad (18, 19). Las molestias y complicaciones postoperatorias de la zona donante disminuyen con respecto al injerto gingival libre. Presenta la ventaja de que a veces se puede obtener el tejido conectivo sobrante de una cirugía de reposición apical convencional.

 Injertos de encía libre: Aunque el injerto de encía libre no es rutinariamente utilizado como el tratamiento de elección para los procedimientos de cobertura radicular, alguna regeneración periodontal ha sido descrita con esta técnica (20).

 Colgajos pediculados: Claramente, si los tejidos son adecuados y el incremento de la encía queratinizada no es un logro de la cirugía, los procedimientos de colgajos pediculados sin un injerto son una opción de tratamiento seria.

 Regeneración tisular guiada: Técnicamente se demanda la Regeneración Tisular Guiada y cuando se ejecuta correctamente se puede conseguir una regeneración periodontal importante (21-23).

Para más resultados respecto al recubrimiento radicular usando una variedad de técnicas quirúrgicas, se puede recurrir al documento publicado por Pagliaro et al. Este artículo presenta, en formato de tabla, los resultados de noventa estudios durante un periodo de treinta años (24).

 

Discusión

La recesión gingival es un efecto indeseable de la exposición de la superficie radicular. Suele tener un efecto antiestético y puede conducir al desarrollo de sensibilidad dental, una mayor predisposición a la abrasión y a la caries radicular (25). Es un problema oral muy frecuente que afecta al 88% de los sujetos mayores de 65 años y al 50% de la población entre los 18 y los 64 años. La presencia y extensión de la recesión gingival aumenta con la edad. Entre los factores clásicamente relacionados con la recesión gingival se encuentran: el trauma, el sexo, los dientes malposicionados, la inflamación y el consumo de tabaco. Esta recesión aparece en sujetos tanto con buena como con deficiente higiene oral. Se piensa que la recesión gingival tiene una etiología multifactorial en la que se ven implicados factores anatómicos, fisiológicos y patológicos. La recesión es más frecuente en las superficies bucales o vestibulares de los dientes (26).

Numerosos autores han establecido criterios de actuación dependiendo de muchos factores. Así cuándo no se presenta recesión pero sí carencia de encía insertada, los autores prefieren tomar la decisión de su actuación en virtud de la necesidad de otros tratamientos que tenga el diente. Si no va a ser sometido a ningún tratamiento la indicación sería vigilar periódicamente la evolución del tejido. En caso de que el diente fuese a ser sometido a prótesis fija con márgenes intracreviculares u ortodoncia se preconiza la necesidad de realizar técnicas que nos permitan aumentar la cantidad de encía insertada para que haya unos 5 mm de encía queratinizada (27). Aunque hay otros autores que consideran más determinante el grosor que la altura para mantener estable el tejido marginal (28).

Lang y Löe (29) estudiaron la cantidad mínima que se necesitaba de encía queratinizada compatible con la salud gingival. Los autores sugirieron que se necesitaba un mínimo de 2 mm para mantener una adecuada salud. Pero estudios longitudinales más recientes (7, 30) demostraron que la recesión de tejido blando no es mayor en las superficies vestibulares de dientes con una mínima cantidad de encía que en los que tienen una banda ancha. Lo que sí parece darse es mayor frecuencia de síntomas inflamatorios como enrojecimiento e inflamación. Dichos resultados también son similares en estudios realizados con implantes (31). En diversos estudios con implantes se ha demostrado que la colocación inmediata está asociada con una mayor frecuencia de recesión gingival en comparación con los que se colocan tras un periodo postextracción (32). Lo que parece demostrar que no hay una regla básica para decidir qué cantidad de encía insertada se necesita sino que el factor determinante será la capacidad de controlar la placa bacteriana en dichas localizaciones por el paciente.

Cuando se va a realizar tratamiento de ortodoncia y hay escasez de encía insertada muchos autores han abogado por realizar injertos profilácticos que a día de hoy están en entredicho debido a la predictibilidad que presentan las técnicas de recubrimiento y ganancia de encía a posteriori. Los estudios parecen demostrar que una cantidad mínima de encía es capaz de resistir los movimientos de ortodoncia. Ahora bien si dicho movimiento es probable que produzca una dehiscencia es posible que se provoque una recesión, pero sin relación con que la cantidad de encía sea mínima (33). En estos casos el criterio del periodoncista debe decidir la necesidad de realizar el tratamiento en virtud del tipo de movimiento que se va a realizar. Teniendo en cuenta que el mayor riesgo de recesión se da en movimientos a vestibular de los incisivos inferiores y premolares inferiores.

Si la recesión está presente ya, se recomienda seguimiento en caso de que no se presente sensibilidad dentinaria, sin inflamación, que no suponga un problema estético para el paciente y que durante el seguimiento no progrese dicha recesión.

En cambio si aumenta alguna de sus dimensiones, hay sensibilidad severa que no responde a tratamiento con desensibilizantes, existiendo también inflamación (el sangrado al sondaje es un factor determinante para evaluar el riesgo de pérdida de inserción en dichas localizaciones) o el paciente demanda un resultado estético el tratamiento indicado sería realizar la cirugía mucogingival (27).

El consenso actual es la no justificación de una cirugía para aumentar la cantidad de encía para mantener la salud periodontal y prevenir la aparición de recesiones. Así uno de los principales objetivos de la cirugía mucogingival quedaría reducido al recubrimiento de la recesión radicular ya existente. Trauma por cepillado e inflamación son las principales causas de recesión. Ambas pueden ser controladas con un adecuado programa de mantenimiento periodontal. De cualquier modo es fundamental entender que las técnicas de recubrimiento radicular así como de ganancia de encía insertada son técnicas predecibles, aplicables en nuestras consultas de una manera estandarizada, y sabiendo que el factor crucial para el éxito del tratamiento será un adecuado programa de mantenimiento ajustado a los factores de riesgo que presente el paciente. El tabaco puede influir negativamente en la reducción de la recesión gingival y en el nivel de ganancia de inserción clínica. Adicionalmente, es más probable que los fumadores alcancen un menor porcentaje de localizaciones con cobertura radicular completa (34). El éxito del recubrimiento radicular estará determinado por el grado de afectación del hueso interproximal y es factible conocer de antemano las posibilidades de recubrimiento dependiendo de la clasificación de la recesión.

Fuente: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1699-65852015000100003







Recesión gingival

Se denomina recesión gingival a un proceso por el que la encía se retrae dejando al descubierto partes del diente que antes estaban ocultas bajo la encía. Las causas de esta pérdida aparente de tejido gingival pueden ser varias:

  • Predisposición genética.

  • Enfermedad periodontal (gingivitis).

  • Por un cepillado muy agresivo en la práctica de la higiene dental.

  • Una tracción excesiva causada por el frenillo.

  • Alteraciones de la posición normal de los dientes (maloclusión).

  • Una encía débil o delgada.

  • Bruxismo.

  • Restauraciones dentales en contacto con la encía.

  • Hábitos como la onicofagia (morderse las uñas) o morder todo tipo de objetos.

  • Tratamientos de ortodoncia incorrectos.

  • Alteraciones de la anatomía oral a causa de procedimientos quirúrgicos.

Una adecuada higiene oral y una limpieza dental anual realizada por un profesional pueden ser suficientes para evitar la recesión gingival. Pero además hay que eliminar también los otros factores que la causan, si es que los hay. Estas medidas permiten además frenar el proceso de retraimiento si ya se ha iniciado.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que el tejido gingival no se regenera por sí solo; pero en la actualidad hay diferentes técnicas quirúrgicas con las que se puede lograr su reconstrucción:  

  • Injerto gingival libre de paladar.

  • Injerto de tejido conectivo.

  • Colgajo de reposición lateral.

  • Colgajo de reposición coronal.

  • Regeneración tisular guiada.

Fuente: https://www.sanitas.es/sanitas/seguros/es/particulares/biblioteca-de-salud/salud-dental/recesion-gingival.html







Recesión gingival: causas, síntomas y tratamiento

Recesión gingival: causas, síntomas y tratamiento

Vitaldent

La recesión gingival es una enfermedad que se manifiesta a través de la reducción de las encías y el cambio gradual de la dirección de la raíz del diente. Supone un grave problema estético, ya que los dientes sobresalen más de lo normal y las encías se reducen dejando al descubierto la raíz de los dientes.

En este sentido, este trastorno es común en personas de todas las edades. No obstante, las personas mayores de 40 años son más propensas.

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¿Cuáles son las causas de la recesión de las encías?

 Las causas más comunes de la recesión gingival son:

  •  La incorrecta higiene oral, como por ejemplo usar un cepillo de dientes con cerdas duras o lavarse los dientes ejerciendo demasiada presión sobre la encía y dañarla provocando sangrados.

  •  La presencia de gingivitis que no es tratada adecuadamente o ha evolucionado a periodontitis. En este sentido, la recesión gingival asociada con estas enfermedades por lo general acarrea el enrojecimiento y sangrado de las encías. Si quieres conocer más sobre estas enfermedades, revisa este vídeo sobre periodontitis.

  •  La falta significativa de vitamina C, por eso debes procurar mantener una dieta equilibrada.

  •  La posición incorrecta de las piezas dentales puede tener consecuencias negativas en el tejido de las encías y provocar mayor predisposición a la enfermedad.

  •  Sufrir trastornos como el bruxismo o la bulimia, también puede provocar recesión gingival.

 

 ¿Cuáles son los síntomas de la recesión gingival?

La recesión no tiene una aparición repentina, se trata de un fenómeno progresivo que se alarga en el tiempo. No obstante, generalmente es precedida por la inflamación y el sangrado de las encías. Además, los problemas relacionados con el tejido gingival vienen acompañados por otros problemas bucodentales como halitosis hipersensibilidad dental.

 

 ¿Cómo evitar la recesión de las encías?

Una correcta higiene bucal es esencial para prevenir cualquier problema de salud oral. Desde Vitaldent recomendamos cepillarte los dientes al menos tres veces al día, principalmente después de cada comida, usando un cepillo de cerdas suaves y pasta de dientes recomendada por tu dentista.

Asimismo, utilizar hilo dental diariamente también ayuda ya que permite eliminar los restos de alimentos que se quedan entre los dientes. Por último, no te olvides de usar un enjuague bucal con flúor para prevenir la placa bacteriana.

 

¿Cómo se puede tratar la recesión de las encías?

Si detectamos los primeros signos, como sangrado, inflamación o enrojecimiento, debemos acudir de forma inminente al odontólogo para que nos haga una exploración y diagnóstico. La detección temprana de la enfermedad periodontal nos ayudará a evitar la progresión de la enfermedad.

La solución más eficaz para restaurar la forma natural de la encía es el trasplante de la propia encía a las áreas que sufrieron retracción, un tratamiento concreto y eficaz que permite recrear el tejido perdido y bloquea futuras recesiones.

En casos más graves, puede derivar en la pérdida de una o más piezas dentales. Si este es tu caso, la implantología es sin duda la mejor solución ya que recuperarás la funcionalidad y estética de la pieza o piezas perdidas. Aquí encontrarás un vídeo sobre implantes y si tienes alguna duda o quieres hacerte una revisión puedes visitar cualquiera de las Clínicas Vitaldent España y sonreír de nuevo con naturalidad y confianza.

Fuente: https://www.vitaldent.com/blog/recesion-gingival-causas-sintomas-y-tratamiento/







Qué es una recesión gingival

Publicado en 30 octubre, 2017 por Comunicación CIMEV

Qué es una recesión gingival

La retracción de las encías – o recesión gingival – es el proceso por el cual los márgenes gingivales se desplazan desde su posición normal localizada en el límite entre la corona y la raíz del diente a zonas por debajo de este límite dejando expuesta parte de la superficie de la raíz.

Causas de la recesión gingival

Si bien hay autores que diferencian entre factores predisponentes y factores desencadenantes (1) la etiología de la recesión gingival se puede considerar multifactorial y puede estar provocada por causas tan diferentes como la edad, un traumatismo provocado por un incorrecto cepillado, restauraciones protésicas inadecuadas o una malposición de los dientes. En este último caso, un diente vestibularizado en un apiñamiento puede llegar a provocar que la cortical vestibular se reabsorba al tener menor grosor y que esta reabsorción del hueso arrastre consigo la encía provocando una recesión gingival. Estas malposiciones pueden ser naturales o estar causadas por complicaciones tras un tratamiento ortodóncico (2) ya que, en ocasiones, para abanicar y alinear los dientes apiñados, la ortodoncia empuja los dientes hacia delante desencadenando el proceso de reabsorción del hueso vestibular y la consiguiente recesión gingival que acabamos de describir.

También puede darse una retracción de las encías por pérdida de tejido causada por la enfermedad periodontal, como consecuencia de los frenillos labiales a nivel de los dientes anteriores (incisivos) o por cambios hormonales durante el embarazo y la menopausia o la pubertad.

La evidencia científica apunta al cepillado traumático como causa principal de las recesiones en pacientes jóvenes y la enfermedad periodontal como causa principal en pacientes adultos (3).

Todos estos factores pueden causar la retracción de las encías, pérdida de la papila interdentaria y la creación de un espacio interdental abierto (troneras).

Clínica de la recesión gingival

La evidencia a la exploración de una recesión gingival es la exposición del cemento radicular que provoca en el paciente una sintomatología caracterizada por la hipersensibilidad dental asociada a la exposición de la dentina.

En lo referente al apartado estético, el paciente presenta lo que suele definir como “un diente más largo y oscuro”.

En lo estrictamente funcional, la exposición del cemento radicular puede generar esta hipersensibilidad dentaria ya que, al ser un material más poroso que el esmalte, no protege con la misma eficacia la dentina. Es en estos casos en los que el paciente refiere dolor o molestias al comer, beber e incluso al cepillarse los dientes.

Sin embargo, lo que puede llegar a ser más problemático de una recesión gingival es que la acumulación de restos alimenticios y la aparición de placa y cálculo en la zona expuesta a consecuencia de la retracción de la encía adherida puede llegar a provocar problemas periodontales cuando la recesión alcanza o supera la línea mucogingival.

Tratamiento de la recesión gingival

Cuando nos enfrentamos a un caso de retracción de las encías, es posible que el paciente se presente asintomático en lo que a la hipersensibilidad dentaria y la inflamación se refiere y que la estética no sea motivación suficiente para que éste decida someterse a tratamiento. En estos casos podemos limitarnos a mantener un control y seguimiento de la evolución de la recesión a no ser que observemos que se compromete la integridad del diente.

En caso de que se advierta movilidad causada por la pérdida de soporte del diente a consecuencia de la reabsorción del hueso vestibular y/o detectemos problemas periodontales tendremos que alertar al paciente de la conveniencia de, al menos, recuperar grosor de tejido para evitar mayores problemas.

Sellado dentinario

En caso de que la recesión no esté muy avanzada, el paciente no refiera problemas estéticos y únicamente nos enfrentemos a un problema de hipersensibilidad dentaria, podemos recurrir a un sellado dentinario.

El proceso requiere de barnices, imprimaciones y/o precipitados que contienen glutaraldehído y metacrilato de hidroxietilo (HEMA) y agentes de polimerización.

Estos se presentan en forma de un material líquido transparente que se extiende sobre el cemento radicular expuesto. Este material solidifica al polimerizarlo creando una capa que sella los túbulos dentinarios reduciendo el problema de hipersensibilidad.

En casos de hipersensibilidades leves, por lo general, el tratamiento puede llegar a reducirse al uso de pastas dentífricas, colutorios o chicles ricos en fluoruros, oxalatos y/o sales de potasio entre las que podemos destacar el nitrato de potasio en pasta por ser la más común.

Los iones de potasio entran en los túbulos dentinarios y se acumulan en el fluido dentinal, donde tienen un efecto despolarizante en la conducción eléctrica del nervio, causando que las fibras nerviosas sean menos excitables a los estímulos, lo que reduce la sensación de dolor del paciente.

Cirugía Mucogingival

En caso de que la recesión gingival esté en una fase avanzada, será necesario plantear el tratamiento a través de procedimientos quirúrgicos para corregir los defectos de la encía y los tejidos blandos que rodean el diente. Los procedimientos más frecuentes de cirugía mucogingival para tratar la retracción de las encías son:

  • Colgajos de avance

En casos de recesiones gingivales leves, los tratamientos más frecuentes son los colgajos de avance, que pueden ser colgajos de reposición coronal (CAF) descritos por Zucchelli y de Sanctis (4), colgajos de reposición lateral o la técnica de sobre descrita por P. Raetzke (7) entre otras. Este tipo de tratamientos son los más indicados para retracciones moderadas de la encía ya que resulta menos traumático al no requerir injerto de tejido conectivo. Grosso modo, el cirujano practica incisiones liberadoras en distal  – sobrepasando o no la línea mucogingival dependiendo del caso – para separar el colgajo con el que se cubre la zona expuesta.  A continuación, se sutura el colgajo en su nueva localización cubriendo la raíz dentaria.

  • Injertos

Los tratamientos con injertos dependerán del tipo de recesión y las características de ésta.

Desde los inicios de la Odontología se han realizado diferentes clasificaciones de las recesiones gingivales (5 y 6). En 1985, el Dr. Preston D. Miller Jr. realizó una clasificación de las recesiones gingivales (6) que, a día de hoy, sigue siendo clínicamente la más utilizada para describir la recesión gingival:

Clase I: Recesión de los tejidos marginales que no alcanza la línea mucogingival.

Clase II: Recesión de los tejidos marginales que se extiende o va más allá de la unión mucogingival sin pérdida de hueso o tejidos blandos en el área interdental.

Clase III: Recesión de los tejidos marginales que se extiende más allá de la unión mucogingival con pérdida de la inserción periodontal en el área interdental o mala posición dentaria.

Clase IV: Recesión de los tejidos marginales que se extiende más allá de la unión mucogingival. Presenta pérdida severa de hueso o tejido blando en el área interdental y/o severa malposición dentaria.

Toma del injerto del tejido del paladar.

La toma del injerto se puede realizar del paladar o de la tuberosidad del maxilar y la elección de una localización u otra dependerá de la cantidad de tejido conectivo que necesitemos para realizar el injerto. Si no necesitamos mucho tejido podemos tomarlo de la tuberosidad del maxilar. Cuando la cantidad de tejido que necesitemos sea más grande tendremos que recurrir al paladar.

Ambas zonas tienen ventajas e inconvenientes tanto para el paciente como para el odontólogo. Por ejemplo, la ventaja de extraer tejido del paladar es que el acceso a esta zona de la cavidad bucal es más sencillo y que podemos tomar mayor cantidad de tejido pero tenemos como inconveniente un postoperatorio más molesto para el paciente.

En el caso de la toma de tejido de la tuberosidad maxilar, la cantidad de tejido que podemos obtener es menor y se requiere una mayor habilidad del odontólogo para acceder a la zona y realizar la obtención del injerto con éxito. Por otra parte, tenemos la ventaja de que el postoperatorio es menos molesto para el paciente. Y otro aspecto a tener en cuenta es la presencia de cordales en cuyo caso será complicada la toma del injerto de esta zona.

Fuente: http://cimev.es/que-es-recesion-gingival/







Control de la recesión gingival

Control de los factores causales de la recesión gingival. El primer paso del tratamiento en un paciente periodontal es controlar la inflamación de la enfermedad (remoción de placa bacteriana y cálculo).

Recesión gingival inducida por trauma

La recesión de origen traumático se produce por un mecanismo patógeno, causando una abrasión gingival, uno de los motivos suele estar causado por el Trauma por cepillado, relacionado con este tipo de lesiones por la fuerza que se ejerce, comienza con forma de abrasión en la capa epitelial, haciendo una reacción inflamatoria entre el tejido conectivo y epitelio externo, llegando a formarse ulceras y recesiones gingivales.

Recesión gingival de origen bacteriano

Se forma por la acumulación de la placa, siendo el tejido es fino se verá afectada por el proceso el margen gingival pierde soporte y migra apicalmente, este mecanismos patógeno se llama “centrífugo” ya que actúa del interior al exterior, formando una bolsa periodontal con pérdida de inserción.

Control de los factores causales de la recesión de las encías

Es de vital importancia modificar los hábitos incorrectos o insuficientes de higiene oral:

  • Los pacientes deben usar un cepillo intermedio para reducir el trauma a los tejidos. Esta completamente contraindicado por el dentista de Propdental que el paciente use un cepillo muy duro o realice una técnica de cepillado agresivo. Por ello se recomienda la técnica de Bass modificada para el cepillado de los dientes.

  • Tanto el cepillo manual como los cepillos interdentales deben ser usados con suavidad y cuidado para no causar trauma a los tejidos.

  • Es útil el uso de reveladores de placa bacteriana en la clínica para motivar a los pacientes sobre la efectividad en las técnicas de cepillado.

  • Se recomienda el uso de dentífricos poco abrasivos o sin abrasivos. En algunos pacientes la mejor solución a veces es eliminar el uso de dentífricos, sustituyéndolos por un gel de flúor, de gran utilidad por su baja cantidad de abrasivos y alto potencial de remineralización, aumentando así la resistencia a las erosiones.

  • Es importante dar instrucciones sobre una adecuada técnica de uso del hilo dental (poca fuerza y presión lateral del hilo contra las superficies de los dientes).

  • A veces es necesario modificar la dieta del paciente ó diagnosticar otras enfermedades gástricas o psiquiátricas (bulimia, anorexia).

  • La ortodoncia puede mejorar el estado del periodonto. El tejido blando y el hueso se mueven junto con el diente durante el movimiento ortodóntico, siempre que haya una ausencia de inflamación. En algunos casos puede eliminar la necesidad de realizar cirugía.

  • Si al paciente se le diagnostica bruxismo, es necesario iniciar un tratamiento para reducir el estrés oclusal con férulas de descarga. Las fuerzas de mordida excesivas deben eliminarse con ajustes oclusales, lo cual puede reducir la movilidad de los dientes y en algunos casos incluso revertir la recesión de la encía.

Es importante para el Periodoncista registrar y documentar las recesiones , el grosor de encía y el sondaje para poder reconocer cambios positivos o negativos en la exposición de la raíz. Nos valemos de registros en modelos, fotografías, radiografías y valoración de la oclusión para determinar la presencia de parafunciones, frémitus o movilidad de los dientes.

Fuente: https://www.propdental.es/periodontitis/control-de-la-recesion-gingival/

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